Actualmente, el sector porcino tiene un firme compromiso con el medio rural para garantizar la sostenibilidad en sus tres vertientes: social, económica y medioambiental. Este compromiso es esencial para lograr un cambio global hacia sistemas alimentarios más inclusivos, resilientes y equitativos, así como para la evolución hacia dietas más saludables.
En las últimas décadas, el sector porcino español ha acometido una profunda transformación que le ha llevado a convertirse en líder europeo y referente mundial de lo que se conoce como “ganadería moderna”.
Una ganadería profesionalizada, innovadora, respetuosa con la sensibilidad y necesidades de los animales y enfocada en la reducción del impacto ambiental y el cuidado del medio ambiente.
Precisamente por esa condición de liderazgo, desde Innoporc consideramos que tenemos el deber de ayudar a preservar la biodiversidad y el patrimonio cultural y social de las zonas rurales, generando oportunidades de empleo que eviten la despoblación.
El modelo de producción porcina implementado en España es de los más avanzados y exigentes del mundo y exige estar a la altura. La innovación juega un papel clave dentro de nuestra actividad y ha de darse en los cuatro pilares que sostienen la producción animal:
- Manejo e instalaciones
- Genética
- Sanidad
- Nutrición
En el porcino existen intangibles de gran valor que generan riqueza y puestos de trabajo en el medio rural, la vinculación con el entorno, el bienestar animal, la sostenibilidad y la aportación de una carne segura, de excelente calidad, con una fuerte inversión en I+D+i, tanto en la producción como en la industria.
El futuro del sector porcino pasa por la evolución probable de sus mercados estratégicos: nacional, europeo e internacional.
La capacidad para posicionar el producto en estos mercados determinará la dimensión teórica efectiva del sector, así como su aptitud para garantizar la sostenibilidad económica de productores y empresas.
El sector está apostando por optimizar la profesionalización y capacitación técnica de sus trabajadores a lo largo de toda la cadena de valor, pues son un gran baluarte para continuar manteniendo el liderazgo mundial.
En el ámbito medioambiental, hay que destacar el gran potencial que tiene el sector porcino en lo relativo a la economía circular por la vía de la valorización de subproductos en base a abonos orgánicos y energía renovable. Un sistema que permite revalorizar toda la cadena productiva.
Lo que se espera de la producción porcina es que sea capaz de desarrollarse interactuando con el área social, económica y medioambiental de manera sinérgica y pautando sus acciones con un amplio respeto por los recursos inherentes a cada una de ellas.